En este artículo, nos gustaría discutir los diferentes beneficios que el CBD acrónimo de cannabidiol, puede ofrecer al sistema cardiovascular. Al referirnos al CBD estamos hablando del principal cannabinoide de cannabis, un componente que se puede encontrar en hasta el 40% de sus extractos.
La función del sistema cardiovascular
En términos simples, el sistema cardiovascular está compuesto por el corazón y una red de vasos sanguíneos y es responsable de la circulación de la sangre en cada rincón del cuerpo. Por lo tanto, el sistema cardiovascular, junto con el sistema vascular linfático, forma parte del sistema circulatorio.
Mirando un poco más profundo, encontramos que el sistema cardiovascular también apoya otras funciones importantes, como el control hormonal, la reproducción – en términos de mantener una erección -, la regulación de la temperatura corporal, la expulsión vital de sales y sustancias mediante el filtrado del riñón o de las defensas, el transporte de anticuerpos y células inmunitarias para protegerse contra los patógenos.
Enfermedades cardíacas más comunes
Teniendo en cuenta el papel absolutamente vital de nuestro corazón, no es de extrañar que las complicaciones asociadas a él sean actualmente la principal causa de muerte por enfermedad. En España1, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad – con un 23% de los casos, como refleja el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2020. Esta causa es superior al cáncer (20,4%) y a las relacionadas con enfermedades infecciosas (20,9%). Obsérvese que el 67,5% de las muertes por enfermedades infecciosas en 2020 estaban asociadas a Covid-19.
Los malos hábitos están estrechamente relacionados con el rápido aumento de los problemas cardíacos. Está claro que el estilo de vida sedentario, el estrés, el tabaquismo o una dieta inadecuada, entre otros factores, son las causas más comunes de los problemas de salud y deben ser combatidos activamente.
A continuación se presenta una visión general de las cinco enfermedades cardíacas que tienen una mayor relevancia en la actualidad:
Infarto de miocardio (o ataque cardíaco)
El flujo sanguíneo a cualquier parte del corazón disminuye o se bloquea por completo. Esta parte termina deteriorándose y muriendo. Dificultad para respirar, mareos y presión en el pecho son sus principales síntomas.
Insuficiencia cardíaca
Ocurre cuando el corazón no tiene la capacidad de bombear suficiente sangre y mantener un flujo sanguíneo suficiente en el cuerpo. Para evitar esto, será esencial controlar, entre otras causas, la hipertensión, la diabetes o la cardiopatía coronaria.
Angina o dolor en el pecho
Esta condición ocurre cuando no hay suficiente sangre en el músculo cardíaco debido a alguna obstrucción en las arterias coronarias. La presión fuerte en el pecho es el síntoma principal.
Aneurisma
Esto es el resultado del debilitamiento e inflamación de las paredes arteriales de una parte específica del cuerpo. Tenga en cuenta que, en muchos casos, esta inflamación es asintomática, por lo que es esencial llevar a cabo controles de rutina.
Arritmia
Esta afección está asociada con latidos cardíacos irregulares. Cuando este latido se ralentiza hablamos de bradicardia; cuando es un latido acelerado nos referimos a él como taquicardia. También pueden ocurrir arritmias intermitentes, causando síntomas como palidez, mareos o asfixia, entre otros.
Un dato importante
Dado que, en la mayoría de los casos, los problemas cardiovasculares son causados por algún tipo de inflamación, diferentes estudios de campo de los últimos años han podido demostrar cómo el CBD tiene efectos antiinflamatorios que conllevan la protección de los tejidos del sistema cardiovascular.
Impacto del CBD en el sistema cardiovascular: beneficios y posibles riesgos
Después de comprender mejor el sistema cardiovascular, ahora podemos centrarnos en nuestro tema principal: el CBD.
A diferencia del THC (tetrahidrocannabinol), el CBD no tiene ningún efecto psicotrópico (es decir, no causa vértigo ni euforia, lo que se conoce como sentirse «colocado»), teniendo un impacto positivo más amplio en aplicaciones médicas, por ejemplo, en casos de esquizofrenia, epilepsia, trastornos de ansiedad o esclerosis múltiple.Su efecto es sedante en la mayor parte de la casuística, inhibiendo el flujo de señales nerviosas de dolor.
Asimismo, en un estudio publicado en la revista Molecular Cancer Therapeutics en 20072, se concluyó que el CBD puede inducir la muerte celular programada, independiente de los receptores CB1, CB2 o vanilloides, lo que ralentiza significativamente el desarrollo del cáncer de mama.
La lista de aplicaciones médicas del CBD ha ido aumentando con el tiempo y los científicos han comenzado a examinar la asociación entre el compuesto y sus beneficios en nuestro sistema cardiovascular. Así, en 2012, en el British Journal of Clinical Pharmacology, se publicó un artículo escrito por tres miembros de la Universidad de Nottingham, que sugiere evidencia de que el CBD es beneficioso para el sistema cardiovascular3. Esto se debe a su acción directa sobre las arterias aisladas, ya que estas acciones provocan una vaso-relajación aguda.
De esta manera, por ejemplo, el CBD actúa como un agente protector contra el daño vascular causado por la presencia de glucosa alta. En efecto, los estudios realizados por estos especialistas convergen sobre los efectos antioxidantes y antiinflamatorios del CBD.
La evaluación conjunta de los datos pre clínicos obtenidos por los estudios mencionados apoya el papel beneficioso del CBD en el tratamiento de las enfermedades cardíacas, e incluso en la vasculatura periférica y cerebral. Sin embargo, señalan que «se necesita más trabajo para reforzar esta hipótesis». Hoy en día, la hipótesis es bastante fuerte.
Dato rápido
Dado que, en la mayoría de los casos, los problemas cardiovasculares son causados por algún tipo de inflamación, diferentes estudios en este campo en los últimos años han podido demostrar cómo el CBD tiene efectos antiinflamatorios que implican la protección de los tejidos del sistema cardiovascular
Es el caso, por ejemplo, del estudio realizado en el 20164 por un equipo internacional de investigadores: El cannabidiol limita la miocarditis autoinmune crónica mediada por células T: Implicaciones para los trastornos autoinmunes y el trasplante de órganos. Las pruebas realizadas en ratones demostraron la reducción de la inflamación de los tejidos cardiovasculares mediante el tratamiento persistente del CBD.
De esta manera, se redujo el riesgo de exacerbación de la insuficiencia cardíaca y, a su vez, se facilitó la recuperación del estado original. En resumen, esta investigación transnacional confirmó que el CBD puede ayudar a mejorar la miocarditis, es decir, la inflamación del músculo cardíaco.
De hecho, un año antes, en el 2015, los investigadores chinos ya habían demostrado, después de varias pruebas en conejos, como el cannabidiol tenía un efecto positivo en la recuperación del infarto cardíaco5. Los conejos a los que se les había administrado CBD después de sufrir un ataque cardíaco volvieron a la normalidad mucho más rápido que los que simplemente recibieron placebo.
Si vamos al extremo opuesto de los efectos del CBD, es decir, de sus riesgos, casi no tenemos nada que revisar. Siempre y cuando se tome con precaución, el CBD es generalmente bien tolerado por todo el mundo, según lo informado por la propia Organización Mundial de la Salud6, sin embargo, podría interactuar con ciertos medicamentos.
Advertencia
Si usted está tomando medicamentos para el corazón, por favor tenga en cuenta que el CBD podría interactuar o reducir la eficacia de los medicamentos. Por favor, consulte con un médico antes de tomar CBD.
Artículo relacionado: El CBD y las interacciones entre medicamentos.
Cómo consumir CBD
Existen tres formas principales de tomar cannabidiol:
- Por inhalación: en este caso, se requiere el uso de un vaporizador. Tiene la ventaja de que el efecto es más rápido, aunque tiende a desaparecer pronto. Por otro lado, al ser mucho menos peligroso que el tabaco, hay quienes dudan de su seguridad para los pulmones.
- Por ingesta simple: en este caso, el cannabidiol se añade a algunos alimentos, como galletas, guacamole o bebidas. El efecto, entonces, será más lento, pero se logrará una duración más larga.
- Sublingual: simplemente coloque las gotas de aceite CBD debajo de la lengua ya que así se logra una rápida absorción.
Si desea más información, consulte nuestro artículo sobre la dosificación de CBD.
Por último, también debemos tener en cuenta que la variedad óptima para proteger nuestro sistema cardiovascular se encuentra en productos con un alto contenido de CBD y bajo en THC. A este respecto, hay muchos expertos que recomiendan cápsulas o aceites de cannabidiol.
Referencias
- Sociedad Española de Cardiología (2016) La enfermedad cardiovascular encabeza la mortalidad en España. [En línea] Disponible en: https://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/7266-la-enfermedad-cardiovascular-encabeza-la-mortalidad-en-espa%C3%B1a [↩]
- Caffarel MM, Andradas C, Mira E, Pérez-Gómez E, Cerutti C, Moreno-Bueno G, Flores JM, García-Real I, Palacios J, Mañes S, Guzmán M und Sánchez C. „Cannabinoids reduce ErbB2-driven breast cancer progression through Akt inhibition.“ PubMed Mol Cancer. (2010) [↩]
- Stanley CP, Hind WH und O’Sullivan SE. „Is the cardiovascular system a therapeutic target for cannabidiol?“ PubMed Br J Clin Pharmacol. (2013) [↩]
- Caffarel MM, Andradas C, Mira E, Pérez-Gómez E, Cerutti C, Moreno-Bueno G, Flores JM, García-Real I, Palacios J, Mañes S, Guzmán M und Sánchez C. „Cannabinoids reduce ErbB2-driven breast cancer progression through Akt inhibition.“ PubMed Mol Cancer. (2010) [↩]
- Feng, Yuanbo MD, PhD*,†; Chen, Feng MD, PhD*,‡; Yin, Ting MSc*; Xia, Qian MD, PhD*,§; Liu, Yewei MSc*,§; Huang, Gang MD, PhD§; Zhang, Jian PhD†; Oyen, Raymond MD, PhD*; Ni, Yicheng MD, PhD*,† „Pharmacologic Effects of Cannabidiol on Acute Reperfused Myocardial Infarction in Rabbits: Evaluated With 3.0T Cardiac Magnetic Resonance Imaging and Histopathology“ Journal of Cardiovascular Pharmacology (2015) [↩]
- Expert Committee on Drug Dependence (2017). CANNABIDIOL (CBD) Pre-Review Report. [En línea] Organización Mundial de la Salud [↩]